Un día recibimos un mensaje desde Suiza. Eran Anna y Miquel y nos proponían hacer una videollamada para explicarnos que se habían prometido y que celebrarían su boda en Masia Papiol en L'Arboç. Enseguida conectamos y no tardaron nada en decirnos que querían casarse con nosotros.
Después de los preparativos de la novia, la ceremonia se haría en la Ermita de la Mare de Déu de Berà. Con 300 años de historia, la ermita es de estilo renacentista popular y esta a tocar del mar. Allí la esperarían Miquel y todo el resto de familia y amigos. A la salida, una lluvia de arroz que parecía venir de todos lados, llenó de alegría a los novios y dio inicio a lo que sería una gran fiesta en Masia Papiol ...
Cuando los novios llegaron a l'Arboç, y antes de entrar en el aperitivo que les prepararía Selma Alta Gastronomia, les llevamos un rato corto a las viñas que envuelven la masía. Tuvimos una puesta de sol que fue todo un regalo. El naranja del sol se confundía con el verde de la viña y la imagen era todo un regalo. Cuando terminamos éste rato corto de fotografías, los novios entraron a los espectaculares jardines de la masía donde les esperaban sus familiares y amigos. Al terminar el aperitivo todos se dirigieron al comedor principal. Fiesta, fiesta y más fiesta creo que es la mejor manera de definir lo que pasó.
Entremedias, los padres les regalaron un parlamento y una proyección que hizo saltar más de una lágrima y a la que se añadieron unas palabras de dos buenas amigas de Anna que emocionaron a la novia. Todo esto nos llevó hasta la fiesta, que se hizo fuera, justo delante de la sala y con las viñas de telón de fondo. Baile, barra, animación y el fotomatón de La Fotografiadora (muuuuuy cuqui), que hicieron que los invitados la recuerden como la que fue. La gran boda de Anna y Miquel.
BODA ENTRE LAS VIÑAS EN MASIA PAPIOL
La boda de Anna y Miquel, tanto el aperitivo como el banquete estuvieron organizados por Selma Alta Gastronomía que es quien lleva Masia Papiol, una masía catalana del siglo XVIII con un espectacular jardín donde la pareja hizo los aperitivos. Mercè y Jordi, Jordi y Mercè, fueron los responsables de la organización de todo el evento. Ellos conducen esta masía en l'Arboç, rodeada de viñas, como no podía ser de otro modo en el Penedés.
Una de las cosas que te quería explicar de Masía Papiol y que a mi me gusta mucho, es que al lado de la sala, puede verse un mar de viña que iluminan por la noche. Una de esas cosas que hay que ver.
Cuando fuimos con Anna y Miquel a hacer sus fotos de pareja a la viña, no más de 10 minutos, tuvimos una de las puestas de sol más espectaculares que hemos tenido la suerte de ver en muuuuucho tiempo. Yo no se si fue obra de Mercè, que organizando es muy buena, pero sí se que, todos los que tuvimos la suerte de estar allí aquel día, recordaremos esa preciosa puesta de sol entre las viñas en Masia Papiol que vivimos el día de la boda de Anna y Miquel.